Ya sabemos que prácticamente todas las iglesias del pueblo han tenido que adaptarse a lo largo de la historia a usos muy diversos, e incluso contradictorios. Ésta de San José no es una excepción: Así pasó en pocos años de ser almacén de grano para las colectividades anarquistas, a ser de nuevo almacén...pero esta vez para los pasos religiosos que sustituyeron a los quemados por alguno de los anteriores inquilinos. Por su tipología deducimos que fue edificada a mediados del siglo XVIII.
Arquitectónicamente su estampa exterior es bastante singular, por sus dimensiones y su armonía –más clasicista que barroca- entre las líneas curvas y las rectas. Todo este simétrico equilibrio del exterior se rompe en el interior, cuando contemplamos la cúpula: Por fuera parece perfectamente octogonal, y por dentro es elíptica, y en sus decoraciones de estuco reaparece el barroco más genuino y recargado. Dentro de estas decoraciones llama poderosamente la atención la inusual presencia de un demonio “escoltado” por sendos ángeles insólitamente femeninos.
Sólo se abre públicamente el día de San José (19 de marzo). El resto del año hay que visitarla con guía local.
y su armonía –más clasicista que barroca- entre las líneas curvas y las rectas. Todo este simétrico equilibrio del exterior se rompe en el interior, cuando contemplamos la cúpula: Por fuera parece perfectamente octogonal, y por dentro es elíptica, y en sus decoraciones de estuco reaparece el barroco más genuino y recargado. Dentro de estas decoraciones llama poderosamente la atención la inusual presencia de un demonio “escoltado” por sendos ángeles insólitamente femeninos.
Sólo se abre públicamente el día de San José (19 de marzo). El resto del año hay que visitarla con guia local.